Entrar en una obra maestra en proceso no es fácil. La brigada de reservas de España, conocida como plan 'B', respondió con solidez liderada por Dani Olmo, quien brilló en la victoria sobre Albania. La selección española avanza a octavos de final sin haber recibido goles. La esperanza en España sigue viva.
De la Fuente solo mantuvo a Laporte en la alineación inicial, reemplazándolo por Le Normand en el descanso. Era lógico hacer cambios para mantener la frescura del equipo. El bloque español funcionó bien por líneas.
La defensa con Vivian y Laporte fue sólida, Merino y Zubimendi dominaron el centro del campo, Navas y Grimaldo fueron peligrosos en los laterales, y Olmo destacó en la mediapunta. Aunque el partido fue largo, España mostró su convicción.
Para Albania, este era un partido crucial. Existía el temor de que España lo tomara como un encuentro de poca importancia, pero Merino demostró entrega y determinación en cada acción.
Cuando España visitó Albania por primera vez en 1986, el país estaba aislado bajo el régimen comunista. Hoy, dirigida por el brasileño Silvinho, Albania ha mejorado reclutando jugadores de élite con inteligencia artificial y algoritmos. Ya no es un rival fácil, y su afición es apasionada.
Dani Olmo mostró su talento natural, valioso en el fútbol moderno. Se movió con inteligencia entre líneas y fue clave en el gol de Ferran Torres. España dominó con el balón y la creatividad de Olmo.
Ferran, evidentemente terminó como el MVP del partido...
Jesús Navas, con 38 años, demostró su habilidad con centros precisos, mientras Grimaldo también brilló. Albania nunca se rindió, animada por su apasionada afición.
De la Fuente hizo cambios para refrescar el equipo y prepararse para la siguiente fase. España mostró determinación tanto con los titulares como con los suplentes, destacando Dani Olmo como una figura clave.
La selección española sigue en camino y mantiene viva la esperanza de sus seguidores.
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